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Preparando las sabanas del sueño...
Escribe alquimia sobre el papel de tus sueños y déja leer lo que sueñas.
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Preparando las sabanas del sueño...
De mi memoria sobre mí...
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- Canary Islands (Spain), A la orilla de un mar de dudas, rodeado de energía, Spain
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Libros en la estantería...
En campo de plata, un león
rampante de púrpura,
linguado de gules
y coronado de oro.
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y coronado de oro.
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Escribe alquimia sobre el papel de tus sueños y déja leer lo que sueñas.
Avísame cuando este gibosa...
CURRENT MOON
Voy a hablar
de dos hombres
con una misma historia.
El primero
se acerca por el mar
y conoce
el sabor
salado
de la muerte.
Ha sufrido
la guerra
y el expolio,
quién sabe si la cárcel,
la tortura,
la caza da su piel,
de sus pasiones,
su género,
su origen,
sus ideas...
o simplemente
el duro
latigazo
del hambre.
En resumen:
un ser sin esperanzas.
El segundo
ha llegado
también
a otra ciudad
y escapa
de un país
donde gobierna el crimen.
Un día
conoció
el respeto
y la fama,
pero hoy
es como el vino derramado:
un oscuro sinónimo
de la sangre vertida.
El primer hombre
viene
hacia nosotros
y sueña con la paz
de los talleres,
el edén
neutral
de los supermercados,
la música cuadrada de las carpinterías:
cualquier cosa
mejor
que su destino.
El segundo,
el que huye
con el dolor aún humeando en su ánimo,
alguna vez soñó
que las balas
podían
asesinar personas
pero nunca razones;
soñó
con catedrales
que no fuesen
el refugio del lobo;
con un sol
que llegara
al fondo
de las minas.
El primer hombre
es Pablo,
el panadero;
Hassan el sastre,
o Evo el albañil.
El otro se apellida,
por ejemplo,
Cernuda,
o Jiménez,
o Alberti
y de él
nace el espanto
como en las uvas crece
la costumbre morada de la luz.
Habrá quien los compare
y sólo vea entre ellos un abismo.
Y habrá quien vea un puente:
a un lado la Justicia
y a otro la Historia.
Pegúntate
a
cuál
de
ellos
te
pareces.
Pregúntate
cuál
de
ellos
quieres
ser.
de dos hombres
con una misma historia.
El primero
se acerca por el mar
y conoce
el sabor
salado
de la muerte.
Ha sufrido
la guerra
y el expolio,
quién sabe si la cárcel,
la tortura,
la caza da su piel,
de sus pasiones,
su género,
su origen,
sus ideas...
o simplemente
el duro
latigazo
del hambre.
En resumen:
un ser sin esperanzas.
El segundo
ha llegado
también
a otra ciudad
y escapa
de un país
donde gobierna el crimen.
Un día
conoció
el respeto
y la fama,
pero hoy
es como el vino derramado:
un oscuro sinónimo
de la sangre vertida.
El primer hombre
viene
hacia nosotros
y sueña con la paz
de los talleres,
el edén
neutral
de los supermercados,
la música cuadrada de las carpinterías:
cualquier cosa
mejor
que su destino.
El segundo,
el que huye
con el dolor aún humeando en su ánimo,
alguna vez soñó
que las balas
podían
asesinar personas
pero nunca razones;
soñó
con catedrales
que no fuesen
el refugio del lobo;
con un sol
que llegara
al fondo
de las minas.
El primer hombre
es Pablo,
el panadero;
Hassan el sastre,
o Evo el albañil.
El otro se apellida,
por ejemplo,
Cernuda,
o Jiménez,
o Alberti
y de él
nace el espanto
como en las uvas crece
la costumbre morada de la luz.
Habrá quien los compare
y sólo vea entre ellos un abismo.
Y habrá quien vea un puente:
a un lado la Justicia
y a otro la Historia.
Pegúntate
a
cuál
de
ellos
te
pareces.
Pregúntate
cuál
de
ellos
quieres
ser.
Este mes en el Perro Verde (Valladolid), exposición fotográfica:
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