viernes, 19 de diciembre de 2008

Agent of Chaos

Look what I have done to this city with a few drums of gas and a couple bullets. Nobody panics when the expected people get killed. Nobody panics when things go according to plan, even if the plans are horrifying. If I tell the press that tomorrow a gangbanger will get shot, or a truckload of soldiers will get blown up, nobody panics. But when I say one little old mayor will die, everyone loses their minds! Introduce a little anarchy, you upset the established order, and everything becomes chaos.
I am an agent of chaos. And you know the thing about chaos, Harvey? It’s fair.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Esos fines de semana que llueve... Vol II

Las gotitas son esos pequeños seres inanimados pero con capacidad de movimiento, que cuelgan de las barandillas y tomán el color de ellas, apoderándose de parte de su alma. ¡Ojo!, pueden pasar desapercibidas para ojos de sapo y mentes urbanas de esas que mucho mirán, pero poco ven. Por eso les atropella el pragmatismo en días de lluvia , pasean con paraguas para refugiarse y siempre pisan la baldosa suelta del suelo que salpica rauda el cemento de la ciudad, y sus pantalones. Alguien, debería decirles que los libros de poesía no se mojan cuando llueve, y que si se lleva sombrero el agua no cala las ideas ni oxida el metal de los recuerdos. Desde los tejados del barrio de las letras se desprenden con la suavidad de una tarde de mayo. En Lavapies caen más fuerte, como si fuese completamente diciembre. En Atocha eran de un gris que sabía a melancolía de nómada desterrado, y todo lo contrarío en San Bernardo, eran verdes en las hojas y adquirían el color del fruto al que besaban. Los recuerdos tomán mil formas y colores, son camaleónicos y se adaptan al tiempo, las gotitas, por otra parte, son fieles a las leyes de la naturaleza en el barrio de Tetuán, no muy distintas a las del resto del planeta, y forman imágenes concéntricas regidas por Pi y por el número aureo, ese que hace tan perfecta la materia, y tan aterradora la existencia.
Por supuesto toda ese esplendor y su belleza, no está al alcance de la vista, hay que buscarla, por ejemplo entre la breve fracción de 1/250 segundos, y el leve temblor del pulso que piensa en su destino, mientras apreta un botón, y decide.

Cada vez que llueve recuerdo porque me gusta tanto lo que veo, caen recuerdos de allá dónde me han visto empapado, con una mochila a hombros, con las gafas goteadas y calado hasta los huesos, sonriendo como un idiota con la boca abierta, y olos ojos cerrados. En Madrid ayer llovió como no has visto nunca, como nunca nadie pudo ver, en Tetuán ayer goteaba lenta la decisión que hoy aún moja mis labios de cerveza. Escurridiza.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Esos fines de semana que llueve...

Se hacen largos los coletazos de la aguja corta del reloj, el tiempo pasa al ritmo de las gordas nubes grises que escupen sobre los perros olvidados. Terminé el libro que busque durante un año y medio, en quince días, ¿y ahora qué?. Película de media mañana, El Experimento, una gran reflexión sobre el comportamiento humano en una situación ficticia dónde el poder puede hacer perder el control de la mente. Era pronto, comida rápida y sesión de tarde, Gomorra, basada en el libro de Saviano, tan de moda. Es curioso, para un escritor es un camino más rápido a la fama que te amenace de muerte la Camorra, que ganar cualquier premio, a excepción del Cervantes, el Nadal y tres más. Es interesante ver que la Mafia italiana no sólo es la familia Corleone, y quizás entenderemos la mierda que hay metida en Nápoles, ese veneno dentro y fuera de la tierra, y porqué si alquilas un coche en Italia, el seguro no te cubrirá lo que ocurra en la Campania. Señores, esta gente a matado más personas allí que cualquier banda terrorista en Europa. Necesitaba algo más para este día, y me ha parecido leer... mayo del 68, me gusta. La película es The dreamers, Soñadores, de Bertolucci. Tres jóvenes, dos de ellos chico y chica, siameses y un tercero, estudiante amerícano en plena primavera de París. Transfondo erótico sin más, pero lo interesante es que se juntan tres cinéfilos en un mismo piso y de ahí salen deliciosas imágenes de cine clásico y un grupo más que lográ batir el record de 9'45'' en atravesar el Louvre corriendo, a lo Bande à part, el film de Godard. En fín, francamente me encanto esta tarde con cinéfilos. Y además suena Dylan de fondo...
Terminas el días, que casi no tienes tiempo ni de mirarte al espejo.
Dibujo: Pelu
Foto y retoque: Ander