Primero erán bolas de hilos, latas de coca-cola, piedras, papeles, pelotas de tenis, chaquetas de chandal, patios, horas de recreo, actividades extraescolares, finales, derrotas, amigos, viajes, autobuses, maletas, alguna victoria, algún gol y todo, remontadas, penaltis, faltas que no eran, arbitrajes de recuerdo, ascensos de película, veranos memorables de baños en las duchas, de cenas de equipo, y borracheras de campeonato. Celebraciones interiores, y alegrías exteriores, baños de multitudes, y baños en fuentes, se puede ganar, se puede perder, pero hay que ilusionar, y eso ya lo habeis hecho. Me acuerdo ahora de todos aquellos que vibraron conmigo jugando o viendo un partido de fútbol, la remontada a Yugoslavia o el día que perdimo 8-7 el veranote después de ir ganando 4-0 al descanso, esas cosas que se dicen en el vestuario, esas cosas que pasan en el campo, o esas birras que se brindan con amigos y se beben en los bares, por ellos. Y un día juegas bien, y metes un gol, y te apetece dedicárselo a un recuerdo, y ojala, que hoy sea la noche de los recuerdos, hoy podemos marcar todos, porque hoy jugamos todos, hoy es el día dónde puedes hacer el tiro del águila y meterle un gol a Benji, o simplemente levantar el cuello de la camiseta, mirar al portero, y gritar aquel Au Revoir con voz de demonio alado, antes de chutar y atravesarlo. Yo ya se a quien voy a dedicar mi gol.
domingo, 29 de junio de 2008
jueves, 26 de junio de 2008
Joseph Cartaphilus
Cuando se acerca el fin, ya no quedan imágenes del recuerdo, sólo quedan palabras. Sugerente empezar, ¿ verdad ?. No es mío, es de Borges. Curioso cuando te encuentras sacando fotos borrosas por las calles de Madrid, y acabas en La casa encendida, que es además de un céntrico reducto el título de una obra de Luis Rosales, leyendo frases colgadas en sus paredes, que cobran luz al atardecer y te envuelven, si se puede más aún, en una cálida atmósfera deimágenes-delibros-defrases, de encontrarse sin quedar, de darle al Zoom, trescientos milimetros, enfocar, y fotografiar los sonidos afro-rioplatenses de un candombe en pleno San Telmo, de pensar en Tanger, en el Praha de Kafka, en el reflejo de su obra en El ángel exterminador de Buñuel, o en el lento transcurrir de la horas, en pleno desierto de los Tártaros, esperando a que la nada, resuelva una situación absurda, y la nada no llega, pero tu sabes que algún día, llegará. La nada es lo único que se salva de la hoguera de San Juan. Puede arder aquella postal con su dedo señalando mis ojos, con mis ojos señalando sus labios, aquella que terminó sacada por dos manos de dos cuerpos que eran uno, aunque la foto saco dos, y venía con sello de un país dónde a veces, sale el sol durante el día. Ardería el libro de poemas inacabados, ardería hasta Paul Éluard incluso, Cartaphilus, el gran Max Estrella, arderían las anotaciones de Harry Haller o las cenizas de Juana de Arco, y ni tápado por veintemil copias de El codigo Da Vinci se libraría de arder Pedro Páramo si alguien cometiera la injusticia de arrojarlo al fuego del olvido con la compañía de tan triste lacayo. ¿Has visto arder a la nada?. No lo creo, la nada no arde, sólo aparece con ojos tristes tras árboles derribados o desliza sus dedos, uno a uno, por entre las rendijas de una alcantarilla, minutos después de la tormenta, cuando las colillas se acumulan atascando el agua, que se vuelve sucia y triste, del mismísimo color de los recuerdos. La nada existe, claro que sí, podríamos probarlo por Reductio ad absurdum, recurrir a las matemárticas, sacar el teorema, el corolario, la conjetura, la demostración, publicarla, leerla, entenderla, bueno..eso no, pero lo que quiero decir es que no se puede probar, no se trata de eso, no se descubre, te descubre ella a ti y ese día, estarás solo. Pero no te equivoques, la nada también esta llena de frases increibles, de frasés que son por si solas libros enteros que esconden palabras tras cada una de sus letras, que muestran comodines marcados, que ofrecen pistas, sobre la descomposición porcentual exacta de 100mg de Vida. La vida, es como el Todo que en pequeñas dosis ayuda a combatir a la Nada pero, también, esta hecha de sustancias indefinidas que se van degradando como el chicle. La propia existencia no es más que una goma de mascar que hay que terminar escupiendo. Sugerente terminar, ¿ verdad ?. No es mío, es de Martínez Oria.
domingo, 8 de junio de 2008
La noche del cazador un presa que elegir
avería y redención para ponerlo todo en la canción
contarlo todo sin decir cómo pasó
es imposible no entenderlo
algo de autodestrucción
y una pizca de placer
kilos de insatisfacción y una oreja mas que conquistar
alguna mueca una sonrisa de pavor
hemos llegado hasta la puerta
una etapa con dos puertos de montaña el corredor de fondo sabe superar
el contratiempo es juez y parte
el propio tiempo es arte y hasta nos podría ayudar
es imposible no entederlo, lucha en el barro como en una peli,
rocco sigfredi es siempre otro
me contaron una vez
que hoy el lujo en Nueva York, ya no es lo que era ayer
hoy cualquiera podría tener
alguna marca que distinga donde está,
por eso ya nunca sabemos quién es quién cuando es discreto
un aplauso americano
poco a poco va empezando el rock que siempre es lo mejor
el corredor de fondo sabe "el tiempo es sólo una ilusión y algunas veces la jugó"
con más burbujas que un anuncio de champán
hemos llegado hasta la puerta
es imposible no entenderlo ahora ummm ummm ahora ahora ahora
Ivan Ferreiro - Rocco Sigfredi
domingo, 1 de junio de 2008
Atardece en el olimpo.
Y en el medio lluvia. O un feo tosido de fumador compulsivo.
La cena del finde pasado fue algo tranquilo en Tetuán, aunque acabo siendo multitudinaria. Compramos para los tres de casa, pero desde primera hora fue llegando gente inesperada. Primero apareció Ella con una botella de vino, y antés que he hubiese llegado arriba, abajo ya timbraba Dizzie. Pusimos la plancha a funcionar, abrimos la botella y al primer sorbo, recibo su llamada.
- Chicos, me acaba de llamar Louis, que se viene para acá con Charley, Ray y Sarah, ¿que si compran algo? -. Y al final, también de improvisto, aparecieron por la puerta con su smoking impecable, pero con la pajarita en la mano los amigos inseparables, zipi y zape, que les llamabamos entre nosotros, Django y Stéphane. Al final, se acabo la comida y toda toda la bebida.
Amanecí en el salón, tirado en el sofa, pero no era domingo, como correspondía, seguía siendo, como díria Montero, completamente sábado. Era extraño, pero mi espalda me dolía como si hubiese estado toda la noche saltando y empujando en medio de un concierto, pasado por algo de agua, y mucho de ron. Recordaba perfectamente mi sueño, pero no recordaba si había sido un sueño, o la más pura realidad la que vió a Iggy sin camiseta, la que tiró un cachi al aire, entre botes inesperados, al primer acorde del Self esteem, ese na-na-nanana-na-na-nanana-nana, y la gente gritando, tututu-tutututu tu y otra vez, melenas al aire...I wrote her off for the tenth time today...y se desata la locura. Lo mismo, horas después con los Rage, y luego los Queens.
Sólo recuerdo apartar gente con mis brazos, flotar, literalmente, por momentos, y despertarme en casa, como si me hubiesen dado una paliza, pero de esas de evilla de cinto, de puños americanos, que ya son malos hasta en el nombre, de esas que te duele hasta el corazón y la sangre corre por la cara y las lágrimas por las venas, y te duele todo, por dentro y por fuera.
Extraño sueño para un jueves de rutina, de esos que dignifican. ¿Cómo puede el trabajo dignificar? ¿Quién dijo semejante chorrada?. Mucho más correcta la definición de un compañero, - fijate si es malo trabajar -, me dice, - que hasta pagan por ello, es por lo único que pagan -. Nunca oí una descripción tan acertada de esta lepra de la humanidad.
Pero hoy era distinto, al terminar me esperaba Krahe en la Galileo, con Abel, Bego y el Maño, con cañas y cacahuetes. Y esos bailes, entre sexuales y ebrios, entre arrítmicos y acompasados, entre la guitarra y el bajo, el vaso, el cigarro y la tos. - Cuatro cervezas más, por favor -, que vamos a criticar al mundo, a aquella chica que era, según Krahe, extremadamente liberal, y ha hablar de sexo abiertamente. Y los americanos, mandan aviones, contra los mexicanos, ¡tiene cojones!... habrá que documentarse, sobre los delfines, ¡no todo va a ser follar!. Taxi y para casa, que mañana es viernes, o lunes y hoy domingo. ¿Qué fue ayer?. No se que es hoy, pero atardece, atardece en el olimpo.
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